jueves, 23 de mayo de 2013

Museo britanico de Londres



El Museo Británico es un museo de la ciudad de Londres, Reino Unido. Sus colecciones abarcan campos diversos del saber humano, como la historia, la arqueología, la etnografía y el arte.
El museo fue una de las primeras instituciones de este tipo en Europa. Custodia más de siete millones de objetos de todos los continentes, muchos de los cuales se encuentran almacenados para su estudio y restauración, o guardados por falta de espacio para exhibirlos. También cuenta con la mayor sala de lectura de la Biblioteca Británica, biblioteca que aunque ahora tiene sede propia, hasta el año 1973 también formaba parte del museo, al igual que el Museo de Historia Natural de Londres, que cambió a sede propia en el año 1963.
La sección del Antiguo Egipto es la más importante del mundo después de la del Museo Egipcio de El Cairo. La entrada al museo y a muchos de los servicios que ofrece –como el de la sala de lectura–, son libres y gratuitos, a excepción de algunas exposiciones temporales.
El origen del museo se remonta a una colección de más de 80.000 artículos procedentes de la colección privada de Sir Hans Sloane, médico y naturalista. Este médico donó su colección privada al estado británico según indicaba su testamento que data del año 1753. La colección incluía 40.000 libros, 7.000 manuscritos, cuadros de Durero, su colección de ciencias naturales y medicina, y antigüedades de Egipto, Grecia, Roma, de Oriente Medio y Extremo Oriente, y de América. El gobierno británico adquirió esta colección por el precio simbólico de 20.000 libras, dinero que se obtuvo mediante una lotería pública organizada por el Parlamento Británico, según muestra su acta de fundación del 7 de enero de 1753. Además, también se adquirió la biblioteca de Sir Robert Cotton y la del anticuarioRobert Harley.
Sus administradores decidieron que su primera ubicación fuera en la casa Montagu, una mansión del siglo XVI que adquirieron por 20.000 libras, y su inauguración al público se realizó el 15 de enero de 1759.
Dibujo de la casa Montagu
Desde su inauguración, el museo no ha hecho más que aumentar su colección, bien mediante donaciones o mediante compras. Aunque al principio su principal patrimonio eran los documentos y libros, pronto empezó a recibir gran cantidad de objetos antiguos. En el año 1782 aumentó de forma significativa la colección de antigüedades, por la compra por parte del Estado de las obras y objetos de Sir William Hamilton, embajador británico en Nápoles, que incluían piezas de Grecia y Roma. La derrota de Francia en la batalla del Nilo permitió que el Museo Británico adquiriera en 1801 gran cantidad de antigüedades egipcias y la célebre piedra de Rosetta. También se añadieron un gran número de esculturas griegas, como las de la colección Townely en 1805 y los Mármoles de Elgin, más conocidos como los mármoles del Partenón, donados por el conde de Elgin en 1816. La donación del año 1823 por parte del rey Jorge IV al estado británico de la biblioteca de su padre, la Biblioteca del Rey, hizo que se considerara la necesidad de trasladar la colección a una nueva sede, debido a la falta de espacio en la casa Montagu. Tras la mudanza, la antigua sede fue demolida en el año 1845. El arquitectoRobert Smirke fue el encargado de diseñar la actual sede del museo.
El museo abrió oficialmente al público el 15 de enero de 1759, en la mansión Montagu, pero cuando ésta se quedó pequeña se inició, en 1852 y en la misma ubicación, la construcción de un nuevo edificio de estilo neoclásico, diseñado por Robert Smirke. La construcción de la nueva sede del museo, la que ha llegado hasta nuestro días, finalizó en 1857 con la construcción de la Sala de estudio circular. En su fachada principal, en el frontón, se instaló en el año 1852 un conjunto escultórico construido por el escultor británico Richard Westmacott.
La sala Duveen, que alberga la colección del Partenón, fue construida en el año 1938 por el arquitecto John Russell Pope, pero en el año 1940 fue dañado por una bomba en los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial, reconstruyéndose y abriéndose de nuevo al público en el año 1962.
Una de las últimas ampliaciones del Museo Británico se inauguró en diciembre de 2000. Se trata del Gran Atrio de la Reina Isabel II. Ubicado en el centro del museo, está diseñado por el estudio del arquitecto Norman Foster. Ocupa el sitio que antes ocupaba la Biblioteca Británica, ya trasladada a su nueva sede. El Gran Atrio se ha convertido en la mayor plaza cubierta de Europa (90 x 70 metros). El techo del atrio es de cristal y acero, y está compuesto por 1.656 pares de cristales.
En el centro del Gran Atrio está ubicada la sala de lectura, que antes formaba parte de la Biblioteca Británica. Los volúmenes de sala fueron consultados por muchas grandes personalidades a lo largo de su historia, como Karl Marx, Oscar Wilde, Mohandas Gandhi, Rudyard Kipling, George Bernard Shaw, Vladimir Lenin o H. G. Wells. La sala de lectura está abierta para cualquier persona que lo desee.



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